‘Yo tenía un patio en Andalucía’… para una mujer extrovertida, vital y clásica

 

Comenzamos una serie de posts que llamaremos ‘Yo tenía un patio en Andalucía’, que tienen como nexo común este patio que ves aquí, que vamos a vestir de formas diferentes, para personalidades distintas de acuerdo a su tipo de letra. Empezamos con una propuesta para Emilia, una mujer extrovertida, vital y clásica.

 

Mira qué maravilloso patio. Es el centro de una casa de finales del siglo XIX con montera de cristal, balcones interiores y una escalera que, si tuviera capacidad para hablar, nos contaría muchas historias. Vamos a contar una de ellas. La de Emilia, una mujer que ha dedicado toda su vida a su familia y a su hogar, que descubriremos con nuestro proceso de Grafointeriorismo.

 

Vista del patio de montera interior de la casa tal como es.

 

Balcones interiores de la segunda planta de la casa que se abren al patio de montera.

 

Montera del patio vista desde abajo y baranda de la escalera.

 

El objetivo que tenemos por delante en esta primera propuesta para el patio es darle un aire nuevo respetando la esencia de la casa, utilizando sus propios elementos decorativos, donde radica la condición centenaria de la vivienda y con los que Emilia se identifica por completo.

Tomamos como referencia la receta de cocina que ves. Su letra nos dice que estamos ante una mujer clásica, conservadora, con las ideas muy claras. 

Escritura caligráfica, clara y legible, propia de una persona conservadora, con las ideas y el espíritu ‘limpio’.

 

Su sentido de la justicia, su sentido del deber, su fidelidad a todo en lo que cree y su fortaleza física, espiritual y psicológica, conviven perfectamente en una personalidad divertida, extrovertida, optimista y enormemente vital. Además, es muy cordial, muy servicial, muy acogedora y original. Lo vemos en su letra, que ‘brinca’ en el papel, hasta despegarse por completo de la línea horizontal.

 

Su letra caligráfica ‘a brincos’, que se despega de la línea horizontal a medida que avanza en el papel- en la vida-, denota gran vitalidad, optimismo y fuerza interior.

 

Todos estos rasgos forman parte de una mujer muy tradicional, con mucha capacidad para reproducir con exactitud lo que ha aprendido en su infancia. Goza de gran madurez mental y serenidad de juicio, a la que le gustan las cosas claras, el chocolate espeso y todo en el lugar que le corresponde. ¡Un buen cóctel para empezar!

 

Su firma es igual que el resto de su letra. Es una persona auténtica, que se muestra tal cual es, dentro y fuera de la intimidad familiar.

 

Por tanto, con una personalidad como la que refleja su letra, lo correcto es renovar con lo que tenemos. Nada de incorporar elementos nuevos. En este caso, si utilizamos lo tiene, acertaremos seguro.

De nada habría servido liarnos a comprar objetos, poner y quitar cuatro cojines, cambiar la tapicería o pintar el patio del color de moda, ese que nos dicen que es ‘trendy’. No nos sirve para este caso. Su letra es muy clara: no busca la tendencia. Busca estar a gusto con lo que tiene, pero con un cierto aire original y alegre.

 

Escena del patio con los elementos que ya tenía antes de comenzar la primera propuesta decorativa.

 

Así que… entre ella, una de sus hijas, y yo, hemos recorrido la casa en busca de los muebles y objetos decorativos que nos ayudarán a renovar por completo el ambiente del patio, con carisma, con ese toque de vitalidad y alegría, pero tradicional y conservador al mismo tiempo.

A la ‘operación búsqueda’ se une su nieta más chica, como dicen por allí. Martina, es, sin duda, el mayor tesoro que encontramos en la casa… ¿O no?

 

Martina se lo pasó en grande jugando a descubrir los tesoros de su abuela.

 

Mira esta primera propuesta. Te espero en el próximo post, con un conjunto de sofá, mecedoras y sillas Tonet de principios del siglo XX, cojines blancos bordados, otros antiguos, un juego de café de La Cartuja de Sevilla… y alguna otra sorpresa. ¡Hasta pronto!

 

Sofá y mecedoras estilo Tonet de principios del siglo XX, con un juego de café modelo ‘Aurora’ de La Cartuja de Sevilla.

 

‘Yo tenía un patio en Andalucía’… para una mujer extrovertida, vital y clásica

 

Comenzamos una serie de posts que llamaremos ‘Yo tenía un patio en Andalucía’, que tienen como nexo común este patio que ves aquí, que vamos a vestir de formas diferentes, para personalidades distintas de acuerdo a su tipo de letra. Empezamos con una propuesta para Emilia, una mujer extrovertida, vital y clásica.

 

Mira qué maravilloso patio. Es el centro de una casa de finales del siglo XIX con montera de cristal, balcones interiores y una escalera que, si tuviera capacidad para hablar, nos contaría muchas historias. Vamos a contar una de ellas. La de Emilia, una mujer que ha dedicado toda su vida a su familia y a su hogar, que descubriremos con nuestro proceso de Grafointeriorismo.

 

Vista del patio de montera interior de la casa tal como es.

 

Balcones interiores de la segunda planta de la casa que abren al patio de montera.

 

Montera del patio vista desde abajo y baranda de la escalera.

 

El objetivo que tenemos por delante en esta primera propuesta para el patio es darle un aire nuevo respetando la esencia de la casa, utilizando sus propios elementos decorativos, donde radica la condición centenaria de la vivienda y con los que Emilia se identifica por completo.

Tomamos como referencia la receta de cocina que ves. Su letra nos dice que estamos ante una mujer clásica, conservadora, con las ideas muy claras. 

Escritura caligráfica, clara y legible, propia de una persona conservadora, con las ideas y el espíritu ‘limpio’.

 

Su sentido de la justicia, su sentido del deber, su fidelidad a todo en lo que cree y su fortaleza física, espiritual y psicológica, conviven perfectamente en una personalidad divertida, extrovertida, optimista y enormemente vital. Además, es muy cordial, muy servicial, muy acogedora y original. Lo vemos en su letra, que ‘brinca’ en el papel, hasta despegarse por completo de la línea horizontal.

 

Su letra caligráfica ‘a brincos’, que se despega de la línea horizontal a medida que avanza en el papel- en la vida-, denota gran vitalidad, optimismo y fuerza interior.

 

Todos estos rasgos forman parte de una mujer muy tradicional, con mucha capacidad para reproducir con exactitud lo que ha aprendido en su infancia. Goza de gran madurez mental y serenidad de juicio, a la que le gustan las cosas claras, el chocolate espeso y todo en el  lugar que le corresponde. ¡Un buen cóctel para empezar!

 

Su firma es igual que el resto de su letra. Es una persona auténtica, que se muestra tal cual es, dentro y fuera de la intimidad familiar.

 

Por tanto, con una personalidad como la que refleja su letra, lo correcto es renovar con lo que tenemos. Nada de incorporar elementos nuevos. En este caso, si utilizamos lo tiene, acertaremos seguro.

De nada habría servido liarnos a comprar objetos, poner y quitar cuatro cojines, cambiar la tapicería o pintar el patio del color de moda, ese que nos dicen que es ‘trendy’. No nos sirve para este caso. Su letra es muy clara: no busca la tendencia. Busca estar a gusto con lo que tiene, pero con un cierto aire original y alegre.

 

Escena del patio con los elementos que ya tenía antes de comenzar la primera propuesta decorativa.

 

Así que… entre ella, una de sus hijas, y yo, hemos recorrido la casa en busca de los muebles y objetos decorativos que nos ayudarán a renovar por completo el ambiente del patio, con carisma, con ese toque de vitalidad y alegría, pero tradicional y conservador al mismo tiempo.

A la ‘operación búsqueda’ se une su nieta más chica, como dicen por allí. Martina, es, sin duda, el mayor tesoro que encontramos en la casa… ¿O no?

 

Martina se lo pasó en grande jugando a descubrir los tesoros de su abuela.

 

Mira esta primera propuesta. Te espero en el próximo post con un conjunto de sofá, mecedoras y sillas Tonet de principios del siglo XX, cojines blancos bordados, otros antiguos, un juego de café de La Cartuja de Sevilla… y alguna otra sorpresa. ¡Hasta pronto!

 

Sofá y mecedoras estilo Tonet de principios del siglo XX, con un juego de café modelo ‘Aurora’ de La Cartuja de Sevilla.

 

Menú