Grafointeriorismo para bodas: rosas blancas de Afrodita
Teresa y Diego se casan. Y como todas las parejas del mundo, quieren que su boda sea especial. Pero que sea única no quiere decir que tenga por qué ser la más original. Su boda será única porque reflejará su personalidad clásica, sencilla, sin renunciar a las tendencias. En Grafointeriorismo estamos seguros de que brillarán entre sus invitados y será un día para el recuerdo. Nosotros vamos a contribuir con nuestras sugerencias. Para hacerles una propuesta hemos tomado como cómplice la letra de cada uno. Su cerebro nos ha puesto al corriente cómo son a través del papel. Grafointeriorismo para bodas: rosas blancas de Afrodita.

Teresa y Diego tiene una personalidad clásica, sencilla pero actual.
Teresa y Diego se pusieron en contacto con Grafointeriorismo porque me escucharon un día por la radio, en LibertadFM, donde tenemos un espacio los viernes que se llama ‘Gente Grafointeresante’. Con Eva Robles, desgranamos la personalidad de muchos personajes conocidos y a la vez, a través del estudio de su letra. Fue Diego quien contactó con nosotros porque escuchó que en Grafointeriorismo asesoramos a parejas de novios que se casan y les montamos su proyecto, una vez que hemos analizado su letra previamente. Son tímidos, así que me han pedido que no saque sus fotos mientras estamos trabajando, pero estamos autorizados a estudiar su letra. Vamos a ello.
Lo primero que vamos a hacer es estudiar la letra de Teresa y Diego por separado, con el fin de conocer a cada uno y después buscar los puntos donde concluyen. Este es el camino más recto para saber a ciencia cierta que acertaremos con nuestra propuesta. Como ves en la imagen de arriba, Teresa y Diego tienen en común que su letra es caligrafiada, tirando a simplificada. A simple vista, se ve qué ambas escrituras son ordenadas, son limpias y se entiende perfectamente todo lo que dicen. Por lo tanto, ya tenemos unas cuantas pistas. Teresa y Diego se sentirán cómodos en un entorno que guarde simetrías, dentro de una ceremonia clásica. Por cierto, se me olvidó comentar que es una ceremonia religiosa. Veamos cómo es Teresa.

Teresa es ordenada, tiene las ideas claras, pero a veces si viene abajo.
La letra de Teresa fluye con líneas rectas sobre el papel. Sin prisa, pero sin pausa. Sin embargo, cuando aplicamos la plantilla de medición, observamos que pasa por momentos de abatimiento. Es cierto que ella tiene fuerza suficiente para remontar, pero en otros, se siente insegura y duda. Por lo tanto, tenemos que pensar en entornos previsibles, tanto para la ceremonia religiosa, como para el banquete posterior.

Diego es un hombre metódico que tienen las ideas claras.
Diego también escribe de forma ordenada. Su letra es legible cien por cien y menos caligráfica que la de Teresa. Pero él no pasa por momentos de abatimiento. Es un hombre metódico que avanza sin prisa, pero sin pausa. Su manera de ser tranquila y segura aporta equilibrio a Teresa. Al igual que ella, Diego se sentirá cómodo con una celebración tradicional y previsible, sin renunciar a la modernidad. Es un hombre seguro al que no le gustan los sobresaltos. Apuesta por lo que ya conoce.

Teresa tiene una letra de un tamaño normal. No es una mujer de sobresaltos.
Fíjate en la imagen de arriba de estas líneas y en la que tenemos a continuación. En estas imágenes estamos midiendo el tamaño de la letra de Teresa y Juan. Los dos coinciden en que su letra mide unos 2 milímetros. La letra de ambos tiene un tamaño normal que no varía en todo el escrito. Este rasgo nos ratifica en lo que venimos sabiendo los dos. Ambos son personas sencillas, que van por el mundo sin estridencias y que no tienen cambios bruscos de carácter. La constancia en el tamaño nos vuelve a recordar que estamos ante dos personas más bien previsibles, que huyen de cambios o novedades sobrevenidas.

Diego es una persona previsible, que no le gustan los sobresaltos.
Sigamos indagando. Vamos a fijarnos en otro dato interesante en el que Teresa y Diego coinciden. El orden. Fíjate que tanto Teresa como Diego mantienen un margen izquierdo equilibrado. Teresa incluso un poco más que Diego. Así que sabemos que, además de ser ordenados y gustarles la simetría, son persona educadas en protocolo clásico. Tienen costumbres de toda la vida adaptadas al mundo de hoy.

Teresa es una mujer convencional del mundo del hoy.
Si nos fijamos en el margen derecho de los dos, vemos que es esta ocasión no guardan simetría. Esto nos dice que no son rígidos para nada. Son personas que están abiertas al mundo de hoy al que se adaptan con su saber estar y su educación exquisita, sin renunciar, para nada, a ser personas de su tiempo. En el caso de Diego, vemos que aprovecha el papel hasta el final. Él es más decidido y más seguro que Teresa. Un factor que a ella de aporta ese plus de estabilidad emocional que, a veces, no tiene debido a su inseguridad.

Diego es un hombre decidido y seguro de sí mismo.
Estos rasgos que hemos visto ya en cuanto a la seguridad de Diego y a la cierta desconfianza de Teresa se ven perfectamente en la inclinación de sus líneas. Si te fijas, la letra de Teresa está un poco ‘tumbada a la izquierda’. Este rasgo, unido a lo que hemos visto en cuanto a la dirección de las líneas, nos confirma que Teresa estará a gusto en una boda tradicional, en la que brillen los dos por su personalidad tranquila y ordenada.

Teresa es una mujer un poco desconfiada que necesita el refuerzo de lo conocido.
Fíjate que Diego es todo lo contrario en este aspecto. Su letra camina hacia la derecha. Es un hombre cordial, al que le gusta el contacto con la gente, siempre guardando su espacio de intimidad, que reserva celosamente para sus personas de confianza. Es un hombre afable, disciplinado y al que le gustan las cosas de siempre con ese toque de modernidad que a casi todos nos gusta.

Diego es un hombre cordial y afable.
¡Fijaos cuántos datos tenemos sobre Teresa y Diego para trabajar en su maravillosa boda! Recapitulando, estamos ante dos personas clásicas, amantes de la tradición, las buenas formas y el saber estar. Son un hombre y una mujer de su tiempo, pero les gustan las cosas de siempre con el toque de nuestros mundo. Son ordenados y metódicos. Diego es cordial, cercano y celoso de su intimidad, que camina decidido pero sin sobresaltos por la vida. Teresa es una mujer sencilla, amable, a la que le gustan las cosas bien hechas y de toda la vida. Es un poco desconfiada por ser un poco insegura. Pero el aplomo de Diego es lo que necesita para seguir avanzando por el mundo.

Teresa y Diego estarán a gusto en una iglesia neogótica de nuestro tiempo.
De modo es que para el ‘Sí, quiero’ les proponemos que escojan una iglesia neogótica del siglo XX. Así mantendremos la tradición en un entorno actualizado, de nuestros días. En nuestra propuesta, hemos señalado como posibilidades la Iglesia del Colegio del Pilar situado en Príncipe de Vergara, o también la Basílica de Nuestra Señora de la Concepción, ubicada en la Calle Goya de Madrid. Amas de estilo muy parecido, datan de principios del siglo XX.

Arreglo floral sencillo y simétrico para la ceremonia religiosa.
El estudio de la letra de Teresa y Diego nos ha revelado que son dos personas clásicas, a las que les gustan las cosas sencillas, ordenadas y que guarden simetría. Nuestra propuesta decorativa tiene como hilo conductor las rosas blancas. Es la flor clásica del amor por excelencia. y su color blanco, es el clásico para un día nupcial. El origen de la rosa dicen que se sitúa en la Mitología Griega. Cuenta la leyenda que cuando Afrodita salía del agua, las rosas blancas salían a recibirla. Así que, ¡vamos a recibir a Teresa y a Diego con rosas blancas distribuidas de forma ordenada, sencilla y simétrica por toda la Iglesia. Esta es nuestra principal propuesta, aunque también podemos sustituirla por arreglos florales de flores más pequeñas cayendo es cascada. Un detalle elegante, clásico y muy femenino.

Las mesas redondas son más íntimas y facilitan la comunicación de los comensales.
Para el banquete de bodas, Grafointeriorismo propone un hotel clásico, como puede ser el Ritz, el Palace o el Villamagna, por ejemplo. Por el tiempo en que se celebrará la boda (a finales de octubre) apostamos por un banquete en interior. Aunque será un almuerzo, el tiempo seguramente no permitirá estar mucho tiempo fuera. Nuestra propuesta es un banquete donde los invitados estén sentados en mesas redondas. Son más amigables y facilitan la conversación. Vamos a prescindir de la típica mesa rectangular presidencial para los novios. Nuestra propuesta es que su mesa se ubique en el centro del salón, pero sin que destaque nada más que por su ubicación. Esta idea sintoniza perfectamente con al sencillez y la discreción de Teresa y Diego.

Rosas blancas para las sillas o sillas blancas lisas.
Vamos a vestir las mesas. Comencemos por las sillas. Ya hemos dicho que el hilo conductor de la decoración son las rosas blancas. Así que, la propuesta número 1 de Grafointeriorismo es vestir el respaldo de las sillas con una rosa blanca- como hemos hecho ya en la Iglesia-. No obstante, tenemos una opción 2 igualmente elegante: unas sillas con respaldo redondo tapizadas en blanco. Son sencillas, elegantes y discretas. Como la personalidad de Teresa y Diego.

Centros de rosas blancas con pequeños toques para las mesas.
Las ‘rosas blancas de Afrodita’ siguen siendo nuestra principal propuesta para decorar los caminos de mesa. Se trata de un arreglo floral muy clásico y hermoso. Aunque le vamos a introducir algunas rosas color crema para realzar el conjunto. Sintoniza de maravilla con la propuesta y con la personalidad de nuestros protagonistas. Pero vamos a darle ese toque moderno que Teresa y a Diego seguro que les gusta. Vamos a seguir la tendencia actual de poner grandes jarrones en alto. Además de ser pura moda, facilitan la conversación de los comensales. Dependiendo de cómo sean las mesas de grandes, podremos acompañar con velas. Un recurso muy clásico, pero siempre perfecto. Velas blancas en recipientes de cristal transparentes. ¿Qué te parece?

Vajilla blanca con algunos toques dorados en cubiertos o cristalería.
Para completar la mesa, utilizaremos una vajilla muy sencilla blanca, que podremos realzar con algunos toques dorados, bien en cubiertos, o bien en copas. El dorado aportará un toque sofisticado y levantará el conjunto, porque si no, quedaría excesivamente neutro. Y eso no reflejaría la personalidad de nuestros protagonistas Teresa y Diego, que son tradicionales y clásicos, pero tienen una personalidad moderadamente vibrante con la que afrontan el día a día.
¡Solo nos queda desearles que sean felices y que coman perdices!
Aquí tienes el vídeo con todos los detalles.