Grafointeriorismo para 2: historia de una cocina

Montar una cocina es un reto para cualquier familia porque cada vez hacemos más vida en ella. La clave del éxito está en la ‘negociación’ para encontrar lo que tenemos en común y dejar a un lado aquello que nos va a suponer un quebradero de cabeza. Este es el objetivo de ‘Grafointeriorismo para 2’. En una serie de post, vamos a contar la historia de una cocina. La de Fran, Sonia y sus peques. El relato de unas letras que nos han mostrado cómo son ellos, para crear una cocina acogedora, moderna y práctica.

 

El análisis de las escrituras de Fran y Sonia nos dio las claves para montar una cocina acogedora, moderna y práctica.

 

Fran y Sonia se mudaron a la casa donde viven hace 4 años, buscando amplitud, luz y comodidad para ellos y sus 2 hijos, Leo y Álvaro, de 4 y 2 años. La idea era lavar la cara del piso con una buena mano de pintura, puesto que estaba bien y reformarlo poco a poco, para acomodarlo a sus gustos y necesidades.

Así lo están haciendo. Objetivo número 1: la cocina. La original del piso estaba planificada solo para guisar y para almacenar comida y y cacharros. Pero, para Fran y Sonia, la cocina es algo más. Es donde comen, charlan y comparten todo el tiempo que pueden con sus peques, dado que los 2 trabajan fuera de casa todo el día. Es por la noche y los fines de semana, cuando más tiempo tienen para disfrutar con ellos. 

 

La cocina original de la casa era un sitio de tránsito para guisar. La ventana estaba parcialmente clausurada. Tenía un office aparte para comer.

 

Cuando me comentaron que iban a reformar la cocina, ya le habían dado varias vueltas a la idea y se habían empapado bien de lo que hay viendo revistas y consultando páginas web. Como ocurre con estas cosas, hay tanta oferta en el mercado que llega un momento en que ‘todo te gusta’ y las posibilidades se complican.

Decía al comienzo de este post, que cuando se convive hay que ‘negociar’ para encontrar ese equilibrio en el que podamos unificar lo que realmente necesitamos y lo que nos gusta a todos. Encontrar esa estabilidad beneficia la convivencia, genera un ambiente mejor en toda la familia. Y desde luego, es un condicionante positivo para la relación de la pareja y con los niños.

Hemos encontrado ese equilibrio, esa practicidad que buscamos y ese ambiente acogedor que queremos conseguir ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Vamos a verlo con nuestro proceso de Grafointeriorismo en el que han participado los 2. En este post, empezaremos a conocer la personalidad de Fran y Sonia, nuestros anfitriones.

 

Las escrituras de Fran y de Sonia son aparentemente distintas, pero vamos a ver que tienen importantes puntos en común y otros diferentes, pero que se complementan.

 

A simple vista, estamos ante 2 escrituras diferentes… porque lo son. La letra que ves a tu izquierda es la de Fran. Simplificada al máximo, bastante homogénea en su trazo, inclinación y dirección. Estamos ante un hombre racional, con las ideas claras, que avanza por la vida con decisión y resolución. Para Fran, la vida es un ‘reto’ que hay que enfrentar de cara.

 

Fran es un hombre que enfrenta la vida como un ‘reto’ que le gusta encarar de frente, como vemos en el trazo decidido de su letra, reforzado por la dirección e inclinación de la escritura.

 

La escritura que tienes a tu derecha es la de Sonia. Es simplificada al máximo, con un trazo vibrante, que también se proyecta en la inclinación y dirección. Estos rasgos nos dicen que Sonia es una mujer racional y con las ideas bastante claras. Pero, en su fuero interno, hay un componente más emocional. Un componente que hace que a veces necesite dar alguna vuelta más a las cosas antes de actuar. 

 

Sonia es una mujer racional y emocional al mismo tiempo. Piensa un poco más las cosas, tal y como nos dice el trazo de su letra, reforzado por la dirección e inclinación de la escritura.

 

A pesar de las diferencias entre ambos, ya tenemos algunos aspectos que tienen en común, que nos dan la primera pista: los 2 son racionales y tienen las ideas bastante claras. Van al grano de las cosas. Fran, encarándolo como un ‘reto’ y Sonia, le añade ese aspecto más ‘mesuradamente emocional’.

Traducido a nuestro proyecto de cocina: tenemos que crear un ambiente minimalista práctico, sencillo y sobrio. Pero con un punto acogedor.

 

Detalle del rincón que se ha preparado delante de la ventana para la vida familiar, en torno a la mesa.

 

Seguimos. Vamos a ver otro rasgo, que, sumado al anterior, nos va a poner rumbo a la cocina que queremos crear.

Fíjate en la separación entre palabras de la escritura de ambos. Cuando comparamos el espacio que hay entra una palabra y otra en las escrituras de los 2, vemos que el espacio que deja Fran es mucho menor que el deja Sonia. Este rasgo nos desvela la necesidad de espacios abiertos que tiene cada uno. Sin duda, Sonia lo necesita mucho más que Fran, que visto el ritmo sostenido de su letra en el papel, demuestra que es metódico y que necesita organización.

 

Sonia proyecta en su letra mayor necesidad de espacios abiertos que Fran, pero él es más metódico y organizado.

 

Recapitulando. Nos hemos encontrado una pareja muy realista, que va a la esencia de las cosas, eminentemente práctica. Sonia es más emocional y necesita espacios más abiertos. Fran es más metódico y organizado. Así pues, vamos a crear una cocina de espacios abiertos, sobria, muy práctica y funcional, pero con un punto de calidez.

En el próximo post los conoceremos un poco mejor y veremos cómo toma cuerpo en la realidad. Mientras tanto, te dejo una pista de la segunda parte de ‘historia de una cocina’…

Detalle del frente de la cocina, eminentemente industrial, pero con toques que aportan calidez: un ‘Tú y yo’, herencia de familia con las iniciales de Fran, un jarrón con refrescantes limones.

 

  

 

 

Grafointeriorismo para 2: historia de una cocina

Montar una cocina es un reto para cualquier familia porque cada vez hacemos más vida en ella. La clave del éxito está en la ‘negociación’ para encontrar lo que tenemos en común y dejar a un lado aquello que nos va a suponer un quebradero de cabeza. Este es el objetivo de ‘Grafointeriorismo para 2’. En una serie de post, vamos a contar la historia de una cocina. La de Fran, Sonia y sus peques. El relato de unas letras que nos han mostrado cómo son ellos, para crear una cocina acogedora, moderna y práctica.

El análisis de las escrituras de Fran y Sonia nos dio las claves para montar una cocina acogedora, moderna y práctica.

Fran y Sonia se mudaron a la casa donde viven hace 4 años, buscando amplitud, luz y comodidad para ellos y sus 2 hijos, Leo y Álvaro, de 4 y 2 años. La idea era lavar la cara del piso con una buena mano de pintura, puesto que estaba bien y reformarlo poco a poco, para acomodarlo a sus gustos y necesidades.

Así lo están haciendo. Objetivo número 1: la cocina. La original estaba planificada solo para guisar y para almacenar comida y cacharros. Pero, para Fran y Sonia, la cocina es algo más. Es donde comen, charlan y comparten todo el tiempo que pueden con sus peques, dado que los 2 trabajan fuera de casa todo el día. Es por la noche y los fines de semana, cuando más tiempo tienen para disfrutar con ellos. 

La cocina original de la casa era un sitio de tránsito para guisar. La ventana estaba parcialmente clausurada. Tenía un office aparte para comer.

Cuando me comentaron que iban a reformar la cocina, ya le habían dado varias vueltas a la idea y se habían empapado bien de lo que hay viendo revistas y consultando páginas web. Como ocurre con estas cosas, hay tanta oferta en el mercado que llega un momento en que ‘todo te gusta’ y las posibilidades se complican.

Decía al comienzo de este post, que cuando se convive hay que ‘negociar’ para encontrar ese equilibrio en el que podamos unificar lo que realmente necesitamos y lo que nos gusta a todos. Encontrar esa estabilidad beneficia la convivencia, genera un ambiente mejor en toda la familia. Y desde luego, es un condicionante positivo para la relación de la pareja y con los niños.

Hemos encontrado ese equilibrio, esa practicidad que buscamos y ese ambiente acogedor que queremos conseguir ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Vamos a verlo con nuestro proceso de Grafointeriorismo en el que han participado los 2. En este post, empezaremos a conocer la personalidad de Fran y Sonia, nuestros anfitriones.

Las escrituras de Fran y de Sonia son aparentemente distintas, pero vamos a ver que tienen importantes puntos en común y otros diferentes, pero que se complementan.

A simple vista, estamos ante 2 escrituras diferentes… porque lo son. La letra que ves a tu izquierda es la de Fran. Simplificada al máximo, bastante homogénea en su trazo, inclinación y dirección. Estamos ante un hombre racional, con las ideas claras, que avanza por la vida con decisión y resolución. Para Fran, la vida es un ‘reto’ que hay que enfrentar de cara.

Fran es un hombre que enfrenta la vida como un ‘reto’ que le gusta encarar de frente, como vemos en el trazo decidido de su letra, reforzado por la dirección e inclinación de la escritura.

La escritura que tienes a tu derecha es la de Sonia. Es simplificada al máximo, con un trazo vibrante, que también se proyecta en la inclinación y dirección. Estos rasgos nos dicen que Sonia es una mujer racional y con las ideas bastante claras. Pero, en su fuero interno, hay un componente más emocional. Un componente que hace que a veces necesite dar alguna vuelta más a las cosas antes de actuar. 

Sonia es una mujer racional y emocional al mismo tiempo. Piensa un poco más las cosas, tal y como nos dice el trazo de su letra, reforzado por la dirección e inclinación de la escritura.

A pesar de las diferencias entre ambos, ya tenemos algunos aspectos que tienen en común, que nos dan la primera pista: los 2 son racionales y tienen las ideas bastante claras. Van al grano de las cosas. Fran, encarándolo como un ‘reto’ y Sonia, le añade ese aspecto más ‘mesuradamente emocional’.

Traducido a nuestro proyecto de cocina: tenemos que crear un ambiente minimalista, práctico, sencillo y sobrio. Pero con un punto acogedor.

Detalle del rincón que se ha preparado delante de la ventana para la vida familiar, en torno a la mesa.

Seguimos. Vamos a ver en este post, otro rasgo, que, sumado al anterior, nos va a poner rumbo a la cocina que queremos crear.

Fíjate en la separación entre palabras de la escritura de ambos. Cuando comparamos el espacio que hay entra una palabra y otra en las escrituras de los 2, vemos que el espacio que deja Fran es mucho menor que el deja Sonia. Este rasgo nos desvela la necesidad de espacios abiertos que tiene cada uno. Sin duda, Sonia lo necesita mucho más que Fran, que visto el ritmo sostenido de su letra en el papel, demuestra que es metódico y que necesita organización.

Sonia proyecta en su letra mayor necesidad de espacios abiertos que Fran, pero él es más metódico y organizado.

Recapitulando. Nos hemos encontrado una pareja muy realista, que va a la esencia de las cosas, eminentemente práctica. Sonia es más emocional y necesita espacios más abiertos. Fran es más metódico y organizado. Así pues, vamos a crear una cocina de espacios abiertos, sobria, muy práctica y funcional, pero con un punto de calidez.

En el próximo post los conoceremos un poco mejor. Mientras tanto, te dejo una pista de la segunda parte de ‘historia de una cocina’…

Detalle del frente de la cocina, eminentemente industrial, pero con toques que aportan calidez: un ‘Tú y yo’, herencia de familia con las iniciales de Fran, un jarrón con refrescantes limones.

 

  

 

 

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