Grafointeriorismo con la Reina Máxima, la amable ostentación
Extrovertida, espontánea y ostentosa. Ya sabemos que la Reina Máxima de Holanda es así. Pero lo que vamos a descubrir es por qué, gracias al proceso de Grafointeriorismo que hemos hecho en su firma. Máxima proyecta en su escritura toda su exuberancia expansiva. Su paciencia y cierta preponderancia en el concepto que ella tiene de si misma y la manera en que lo proyecta a los demás. Pero, ¿Sabes que también es un poco desconfiada? Grafointeriorismo con Máxima, la amable ostentación.

La firma de la Reina Máxima es grande y ancha, semicurva y bien presionada.
De Buenos Aires a Nueva York. De Sevilla a Amsterdam como destino final. La Reina Máxima tenía una carrera brillante antes de cruzarse con el hoy Rey Guillermo de Holanda. Una mujer que ha impactado en la sociedad holandesa para bien porque ha sabido ganárselos con su simpatía y con una espontaneidad impropia del carácter de ese país. Si a ello unimos su imagen física, probablemente podremos decir que ha sabido asimilar perfectamente su papel de ‘reina de cuento’, como icono amable de una sociedad que la contempla con cariño.
Lo primero que vemos cuando aplicamos el proceso de Grafointeriorismo sobre su firma, es que la letra de la Reina Máxima es grande, más bien curva, aunque también tiene ángulo, ancha en la base y levemente invertida. ¿Qué quiere decir todo esto? Su letra grande ya nos confirma su expresividad cuando manifiesta sus sentimientos. Este rasgo, unido a que su letra es ancha en la base, nos indica que tiene un temperamento bondadoso aunque también tiende a dejarse adular. Tiene manías de grandeza, por lo que puede llegar a cometer algunos errores de superficialidad, pero con capacidad para remediarlos con honestidad y rectitud.

La anchura de la firma de la Reina Máxima denota su espontaneidad un poco exagerada y ampulosa.
Vamos a ver la inicial de Máxima. La letra ‘M’ es como un ‘cuadrado’ con un ‘bucle’. Y además, tiene solo uno de los 3 montes que tiene una ‘M’ caligráfica, que además se ‘estira hacia abajo. ¡Cuántas cosas!! Es aquí donde vemos cierto egocentrismo que remarca la vanidad que comentamos al principio. A pesar de que es una mujer muy amable y espontánea, tiende a ir a lo suyo. Ese pequeño bucle que hace al comienzo nos enseña que prepara el terreno antes de actuar, que ‘coge carrerilla’. Y luego también vemos que acaba hacia abajo. A la Reina Máxima le gusta vivir bien. Le da importancia al dinero y a las cosas materiales.

La M de Máxima da mucha información sobre su personalidad.
Sin duda, los óvalos que dibuja la Reina Máxima cuando escribe son bastante significativos. Unidos al rasgo de su letra semicurva, podemos decir que es una mujer paciente, poco dada a montar en cólera. Es dulce en sus modos y en su trato. Si encima le añadimos que hasta la letra ‘X’ la hace curva…está claro tiene una extraordinaria capacidad receptiva a los estímulos, aunque se toma su tiempo para reaccionar. Y más, tomando en consideración que su letra también es un poco regresiva.

La gran anchura de los óvalos nos dice que además de ser amable, la Reina Máxima se toma su tiempo para hacer las cosas.
En definitiva, como hemos visto a través del proceso de Grafointeriorismo que hemos seguido con la Reina Máxima de Holanda, hemos podido comprobar que es una mujer que vive la vida desde la amabilidad y la concordia. Que se toma su tiempo para reaccionar y que se da importancia a sí misma. Es ostentosa como sabemos. Algo que esperan los holandeses de ella y que ella lo lleva hasta el final porque forma parte de su personalidad.